La vida de lejos

 

 

Vivo la vida de lejos.
 
Y a lo que se ve no tengo
ni maldad ni vejez suficientes
para darte siquiera un mal consejo.
 
No te preocupes, así está bien,
es como debe ser y no me quejo.
 
Tal vez sea, ¿tú qué crees?,
porque siempre viví la vida de lejos,
quizá porque temía comprobar
qué es de mí cuando a ella me acerco.


 

Deborah Turbeville, Milan Train Station, 1978


Comentarios

Entradas populares de este blog