La siesta
«Es una hora que a alguien
como Gómez de la Serna le habría dado pie para el lucimiento: la siesta es un
cocodrilo sin dientes; de la siesta no se despierta, sino que se resucita; en
una hora de siesta se llega más lejos que en dos años de sueño; cuando
despertamos de la siesta arribamos a un país diferente del que partimos; de la
siesta de diez minutos se despierta uno estafado, y estofado, y de la de hora y
media sin argumentos; los niños concebidos en la hora de la siesta nacen con
serias alteraciones de carácter, neuralgias y alopecia… y como éstas, cien
greguerías más podríamos improvisar en su estilo.»
Andrés Trapiello, Teoría general y elogio de la siesta.
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